Porque tú estas prendida en mi mente,
porque te llevo a donde yo vaya,
mi corazón hoy vive y hoy siente,
y mi boca ya nada se calla.
Jamás te he visto pero de repente,
estoy librando una fiera batalla,
yo que cobarde ayer, hoy valiente,
cruzo fronteras, derribo murallas.
Y entre luchas y hazañas sigo firme
sin escudo sin lanza sin espada,
estoy ya decidido hasta morirme.
Y aquel día en que no pueda ya sentirme,
sólo recuerda entonces mi amada,
que; un beso tuyo podrá revivirme.