Somos labios de mar que se besan
compartiendo fluidos salados
y nos tocamos en las profundidades,
algunas gotas,amamos y chocamos…
y cuando revueltas y abrazadas,
la unión hace milagros;
todo el mar es una ceremonia
y las olas…las olas se visten de blanco.
Somos gaviotas llorando en la arena
por la felicidad que nunca encontramos
y si aparece el pescador
mendigamos sustento a la espera siempre
de las migajas que excarcele el barco…
y el vuelo libre ,a veces, se apellida Soledad,
y te quedas en la orilla mirando los años,
observando tu pelo cubierto de salitre
y los cielos del alma cargados de llanto.
Y un dia,Somos caracolas agonizando al sol
deseando la suave caricia de un ocaso
y la lágrima de alguna nube,antes enemiga,
equivocada ,tanbien,con el concepto de “la vida”
“ganadores o perdedores cuando asoma el pasado”
A fin de cuentas, somos un grano de arena
que lleva el viento hasta una duna, para quedarnos,
y quizás, sólo quizás, para volver a inventarnos.
Antonia Ceada Acevedo©