No soy capaz de pronunciar tu nombre
mi pequeña, mi niña, mi amada.
Que de mi fuiste arrancada
por la muerte y el destino
que se enzañan ya conmigo
cuanto al fin la alegria llama.
Nombrarte no me atrevo,
pues si tu nombre dijera
reviviria cada momento,
mis ojos estallarian
en lagrimas sin consuelo
mi corazon se partiria
y perderia mi centro.
Mi niña,
tan bella en mis pensamientos,
si a cada instante vuelves
para partir de nuevo,
te pienso vuelvo a perderte
te imagino
y mueres de nuevo.
Si supiera como hacer
para cegar el pensamiento,
para dejar de llorate
mi angel en silencio.