Aprendi a caminar
de la mano con la soledad
con tantas chicas por amar
y a ninguna llegar a gustar.
Soy un dramaturgo sin musa
acostumbrado a esta vida confusa
sin una mano que no me guie a la tortura
la cual dia a dia me zurra.
Decidi seguir marchando
con solo mi razon al mando
dejando el corazon de lado
con un fusil de dolor armado.
El amor ya se ha reido bastante
es hora de que empiece a vengarme
para de esta forma asi acercarme
a la aniquilacion de este corazon indomable.