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Hay una mirada… que tiene a mi alma atrapada,
me dibuja caminos… y me hace sentir…
son senderos con algún destino y en ella, el deseo… de existir;
es un encanto e irresistible es… y me tiene cautivada.
Es una mirada sutil… que me invita a recorrer
sus mil formas de seducción que suelo consentir;
la luz que hallo en ella, me hace proseguir…
Y en su misterio envolvente… me llego a perder…
Mirada inequívoca… usurpa mi respiración…
conoce mil vías… para confesar mis sentidos
y en la humedad de la noche, se adueña de mis delirios…
enalteciéndome… en el ímpetu de la pasión.
Mirada sensual… muy personal y reveladora…
capaz de un sinfín de formas en mí diseñar
y encumbrándose en la locura… su huella dejar…
en la complacencia del tiempo… en un aquí y ahora.
…en una mirada… mil senderos de complejidad
y en cada uno, una melodía e instantes por vivir…
Es una magia sobre mí, lo he de admitir
que en sus silencios… o en la nota más alta, roba mi voluntad.
Mirada y suya… que en mis horas de quietud se agiganta…
Tal vez nunca roce su aroma… ni beba su miel,
pero la luz de su mirada… la ha tejido en mi piel.
Bien sabe él, que en mí vive… cuando su verbo, me alcanza.
Hija del Sol
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