Y llegaste tú y el mundo me abrazó
Y llegaste tú y el mundo se paró.
(Sin Bandera)
Managua, 24 de abril de 2014
Ardor sagrado,
es el que se posa sobre unos ojos en espera.
Rojos de llanto,
rojos de esperar en desespero.
De ansias tantas entre tanto tiempo
y el tiempo que pasa ante ellos.
Y en la distancia,
se dibuja la silueta de ella
y se frota los ojos
como no creyendo la imagen que mira.
Y la sonrisa de ella asoma
y los brazos que se extienden
y el abrazo y las risas e incontenible el llanto
que muestra la alegría del encuentro.
Dos almas se encontraron nuevamente.
Apoteósico momento,
lleno de esplendor,
lleno de sueños realizados,
de ardor en dos pechos inflamados,
a punto de estallar de emoción.
Las palabras enmudecieron
y los labios hablaron el idioma universal:
El idioma del amor y la ilusión.
Dos almas se encontraron.