A veces la vida es una pendiente cuesta arriba,
Donde quizá sería mejor darse la vuelta y echar a rodar,
rodar con el viento a favor como hacen las olas con la orilla.
Ondulaciones de lágrimas en la inmensidad del mar,
atraen mis barcos de la locura de nuevo a tus playas.
Quizá tu me esperes siempre en las playas vacías de tus ojos.
Quizá me veas en una de esas noches iluminadas por las estrellas,
o en cada gota de lluvia que se desliza en el cristal de tus antojos.
Quizá esté navegando contigo a través de cielos demasiado dulces.
A través de caminos enterrados, donde los sueños siempre son agridulces.
Nunca supe antes, lo que es un amor como el que tu me has hecho sentir.
Tampoco quisiera darme cuenta de tu valor cuando solo seas un recuerdo.
Cada noche me arrastras a ti de nuevo con tan solo una palabra,
a través de las esquinas de tus ojos creo poder ver de nuevo mis alas.
El aire cálido de la primavera susurrando a través de la pantalla.
Besos que resoplan con la brisa y que el viento me dibuja en la cara.
El amor solo se gana a través de dolores de cabeza y ardor en los ojos.
Muchas noches sin dormir y montones de días de nostalgia de dedos vacíos.
La distancia y el tiempo sólo son excusas que siempre ponemos en remojo.
Y yo aquí sentado, escribiendo esto...te quiero, pero a veces tengo frio.
Estamos a menudo atraídos por extrañas y locas aventuras,
que van mucho mas allá de lo que nos alcanza la cordura.
Muchas veces pretendemos ser angeles de una belleza inusual
y cruzamos océanos de emociones en busqueda de otro lugar...
Nos gusta conquistar al débil ; con palabras, poemas y canciones.
Es cuando uno se da cuenta de que hay angeles que no saben volar.
Que al mezclar el blanco con el negro siempre nos sale el gris
y las mareas que regresan nos traen de vuelta si caemos al mar.