No he necesitado que alguien me convenza,
desde que tengo uso de razón te he sentido
y nunca me ha importado si alguien piensa
que por irme tras tus huellas, ando perdido.
Sabes, nunca ha sido del todo nada en mi vida,
nunca del todo feliz… tampoco del todo triste,
pero la senda que lleva a ti no es senda perdida
y tengo del todo certeza de que tu amor existe.
Me acostumbré a tener mis encuentros contigo
en mi mente, porque tenían que ser internos…
Pude sentirte como mi padre o como mi amigo
y obtuve de ti la magia de sentires eternos.
Nadie tuvo que venir a enseñarme doctrinas,
tampoco creí en ti por el mero hecho de temerte,
al no faltarme Tú jamás tuve mi alma en ruinas
y la certeza de tu amor fue mi mejor suerte.
¿Soledad? No… nunca del todo fue tampoco
ni tuve del todo tormentas pues eras mi calma,
lo que parecía poquito al final no era tan poco
porque no existía el vacío si estabas en mi alma.
Nunca me he dado golpes de pecho ¿para qué?
Nadie mejor que Tú me sabe culpable o inocente.
No fue porque te olvidara si yo a veces no recé
y jamás fui a una iglesia por parecerte decente.
Algunas veces compuse para ti algunas canciones
y poemas así como el que en este momento escribo,
siempre en mis adentros un torbellino de emociones
y jamás dejaste de ser Tú mi más hermoso motivo.
No necesité acudir a ningún lado para buscarte
porque mi alma el mejor sitio para ubicarte era
y bien supiste que quien pudo vivir para amarte,
pues también sabría morir de la misma manera
Desde niño en ti creo y ya ves que he envejecido
y lo que no era susceptible de cambio, no cambió.
Todo en su lugar, en mi alma, Tú jamás en mi olvido
y aquí, prácticamente desde mi nacimiento…
amándote yo.
Poema totalmente original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
Todos los derechos reservados
Publicado el 25/4/2014
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