Tomar el camino y tener cuidado,
de hacerlo con verdadera confianza,
aquella precisamente descansa
segura en el terreno sagrado.
Aún con el deber multiplicado,
se mantiene por la grande añoranza,
sin cesar de ofrecerte mi alabanza,
en altar do mis plegaria he dejado.
No hay otro lugar que sea mejor,
para renovar fuerza en el camino,
y descansar mi afán de peregrino.
Contemplando tu rostro mi Señor.
la agobiante carga deposité
en tus manos, he puesto en ti mi fe.