El VERDADERO AMOR…
no muere con los años…
se transforma en respeto
y silencio sin daños.
La pasión se convierte
en ternura y matices…
Ya no es la cantidad, sino la calidad
de momentos felices.
Las cosas que nos gustan a los dos…
las sabemos.
Nadie nos va a decir, nadie nos va a contar…
aquello que queremos.
Los hijos ya están grandes,
la vida va pasando…
la familia se achica con los que ya no están,
más otros, van llegando.
Los nietos revoltosos
nos roban las sonrisas…
con vuelo a la niñez,
sin tiempo… ni premisas.
Sabes que ya no hablamos…
nos bastan las miradas
y hemos entendido…
sin pronunciar palabras.
A veces escribimos los dos y el mismo día
un tema similar o letras parecidas,
nos asombra expresar lo propio al mismo tiempo…
sonriendo al comprobar que nada llevó el viento.
Es por eso mi amor,
que a las seis, sin dormir…
terminé esta poesía que es solo…
para ti.
Alicia Santi