Lilith ha vuelto de entre los escombros,
Está sedienta...
Suspira sangre,
De sus poros brota demencia.
Vuelves a mí,
te escabulles entre las sábanas,
apareces entre sueños lúcidos
torrentes de excitación
aferras a tu mirada.
¿Cómo olvidar esos ojos que se posaron en mi?
¿Cómo aislar de mi subsistencia la coyuntura que me invoca?
Lilith,
Lilith,
Lilith...
¿Porqué me acorralas?
Súcubo execrable que apañas mis latidos,
deleite de pasiones que gozas
al verme absorta,
alucinante,
en pleno apogeo erótico.
Babilónica y exuberante,
germinan lágrimas de suplicios,
congojándote por tu antipatía.
Me ves galopar,
hechizada,
seducida
y no puedes dejar de verme ni un solo instante,
Saboreas el placer
proferido de mi alma ávida.
Carente de piel, me ves.
Escasa de sentimientos, me oyes.
Privatizada de la vida, te excitas.
Buscas un concepto que regate por completo tu absurda existencia.
Me ligas a ti,
te afianzas a mi alma,
soy tuya...
Aunque yo no quiera,
pues el pacto lo decía.
Tú serás mi dueña.
Escrito por: Andry Oliveros
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