Presencia y Ausencia
QUÉ suaves
se sienten en mi tacto,
los pétalos azules
de tus manos.
Qué sublime
resulta tu bello nombre,
al salir desde la campana
de mi boca.
Qué mágico
es el cielo de tus ojos,
cuando se encuentran
con la luz de mi mirada.
Cuan fresca
es el aroma de tu primavera,
cuando has llegado toda
hasta mi ventana.
Pero que grises
suelen ser los días,
en tu ausencia,
y en mi triste
melancolía.
Valentino Malatesta