El goloso
Había un escaparate
que al público le mostraba
confitura que variaba:
del pastel de chocolate
el dulce que no se acaba.
Ansiado cierto goloso
el ánimo le alegraba
y el ojo se le marchaba
al sentir lo más sabroso
que al labio se le pegaba.
En el poyo se sentaba
un ratito cada día;
y ¡cómo se relamía
lo que tanto remiraba
de la jugosa ambrosía!
Aquella tarta de miel
su estómago presentía
era lo mejor que había
sin desprecio del pastel.
Si el cristal se rompería...
Marchando el goloso a casa
de pronto se detenía.
Ser aquello una utopía
\"porque solo a mi me pasa
cuando vengo cada día\".
\"Algún día por su dueño,
en estado generoso,
se apiada de este goloso
y me satisface el sueño”…
MORALEJA
La utopía es el temor
del ingrato desatino,
mostrado por el doncel:
saboreando la miel
con la mujer del vecino.
Poemas de Camilo*
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