¡Déjame!, que te cante
mis cantares,
¡déjame!, que te arrulle
con mi canto;
¡déjate!, dedicar mi
inspiración,
¡déjame!, que te envuelva
con mi manto.
¡Déjame!, que yo viva
de ilusiones,
¡déjame!, que tu amor
llene mi alma,
¡déjame!, que en mi vida
tenga calma.
¡Déjame!, que en mis sueños
te enamore
¡déjame!, que despierto
me conforme,
con tener mi mente
fija en tus amores.
¡Déjame!, que me mire
en tus espejos,
que yo feliz estoy
con los reflejos
de tu alma.
¡Déjame!, que me cubran
tus encantos,
¡déjame!, que sea dueño
de ti, porque te amo.