John morales

No vuelvas jamás.

Ya no volverán los besos que ayer me diste,

así; buscando tu destino,

entre culpables copas de vino

fue demasiado, por qué mentiste.

 

Mas que hace el hombre cuando mira al pasar:

rojos, granates, oscuros sinsabores

y, en la puerta de la muerte se sienta a cavilar

perdido, cual greyes sin pastores.

 

Yo, que ni en sueños pensé decirlo;

¡quedate distante y eterna en la melodía

profunda y sesgada de mi revés!

¡quedate desnuda, en mi recuerdo, en mi paz,

respirando muerta en la sal de mis heridas,

 vendrá primero la muerte y tú, Nunca Jamás!

 

Derechos Reservados de autor.

John Morales Arriola.