En esa vigilancia eterna
Estoy yo encerrado
Tal es ello no fraterna
Ni muy amañado
Con espíritu cualquiera,
Vivir de ausencias
Así el amor malquiera
Dejándonos las horas vacías,
Sin monedas porque sufrir
Se alza con honor el puro talento,
Si he de saber sobrevivir
Evitare el infructuoso lamento,
Por donde vaya miraré
Con brillo de estrellas mi destino
Y no me amilanaré
Si he de amar con desatino
Las cosas que olvidaré,
Y no hay carne de poeta
Que no se inmole ante sí mismo
Con su honda protesta
Buscando vencerse a sí mismo,
Por eso, solo viviré sin remedio
Esta vida que no pedí vivirla
Y con el bolsillo sin un medio
Apostare por la poesía para sobrevivirla.