El alma que hablar puede con los ojos,
también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer
Besos con aromas
de pétalos de rosa
se quedaron en tus labios, prendidos.
Besos soñadores,
llenos de ilusiones
aún rondan por aquí, perdidos.
Besos estrenados contigo,
como estrellas de mil colores,
quedaron impresos en mi, fundidos.
Besos, muchos besos,
que me das con tu mirada…
Esos… con sabor a “te extraño”.