Anhelo varado
donde nunca debió nacer,
anhelo frustrado en las entrañas,
de amar lo no tenido,
y llorar un olvido anticipado.
Anhelo nacido en la mirada
donde nace la lágrima del adiós.
Anhelo de no haber sido,
lo que nunca fui.
Morí el mismo instante
en que te conocí.
Porque lo que anhelo
no inspira
y me quedo vacía de ti.
Mirando ausencias
llegando tarde
se tornó amargo lo dulce
y la alegría se convirtió en luto
y la lágrima no cayó al piso,
se congelo en la gélida mirada.
Se derramo la paciencia
de llorar sin llorar,
por un amor inerte.
Anhelo no ser, ni estar,
toda la vida recordándote.
Nunca ocuparé con irreverencia
lo que tú, amaste.
Ni seré la oración en tus labios muertos,
por algo que se quedó inconcluso.
Miraré desde lejos, los ojos de tu alma,
que a mi alma, seducen a extrañarte.
Lloraré tu pasado con dolor,
dolor, de no haber sido yo
quien en tus brazos despertara,
y quien tus labios besara
la última noche de amor,
eres recuerdo difícil de olvidar.
Y de duelo, estará siempre mi alma.
Sólo quedó un anhelo frustrado.
-Hoy soy verso y sentimiento-
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-