Tú a mi lado,
y yo de ti,
siempre más enamorado.
¡Cuánto debo agradecerte
estés junto a mí!
Aquí yo en cama,
enfermo, mi corazón
está fallando.
Y yo penando,
por no tener
las suficientes fuerzas
que necesito...
Muchos disgustos, amor,
muchas contradicciones
de la vida,
que me ha llevado
a estar como estoy.
Oh, ¿cómo poder apagar
las angustias, las que
de rebote caen en mi alma?
¿Por qué hacerme problemas
propios, si son
de los demás?
Siempre me y te he dicho
que cambiaría,
sin lograrlo.
Mis sentimientos
Van mucho más allá
en amor y piedad.
¡Pero cómo ignorar
las desgracias
de los demás!
¡Cómo quisiera ser indiferente,
sin darle ninguna importancia
a las aflicciones
de esos seres
que las padecen!
Gentes allegadas a nosotros,
personas que ni siquiera conozco,
y tomo sus problemas
como propios...
y aquí estoy,
en cama, expectante
qué ha de sucederle
a mi pobre corazón.
Triste y preocupado, amor,
siento miedo,
sí, te lo confieso,
tengo mucho miedo.
Aun en mi gran Fe,
es un temor
que no puedo evitar.
Tú a mi lado,
a pesar de mi dolencia,
de mi incertidumbre,
de un no saber
qué es lo que ocurrirá ...
¡Cuánto tiempo me parece
falta para que llegue mañana!...
Perdóname, no tendría
que expresarme así.
¡Cómo atreverme hacerlo,
estando tú a mi lado!
Si eres el bálsamo
de la fortaleza
que debería tener...
Será porque no estoy
muy consciente de lo que
pienso y digo.
Es el miedo el que me aterra.
Amor mío, mi amada,
dame tus manos, así...
Ellas me transmiten más Fe,
más seguridad a mi futuro...
Me siento un cobarde,
yo mismo me extraño
de esta reacción mía...
antes, no era así...
Luchaba contra todo
y contra todos,
y ahora, me siento
débil e indefenso.
Pero...a pesar de mis palabras,
quédate tranquila, amor.
Discúlpame si altero
tu paciencia y amor.
No debo tener miedo,
no debo sentir la cobardía
de un futuro de vida incierto.
Debo confiar y saber esperar...
ese mañana, que ha de llegar...
Acompáñame, amor, a rezar...
Derechos reservados de autor ( Hugo Emilio Ocanto - 27/04/2014)