Murialdo Chicaiza

TARDE DE LLUVIA

    

Ha cesado la lluvia y la tarde está húmeda

 espejos de agua yacen en el suelo

como regueros de lágrimas cristalinas.

 

He abandonado mi paraguas

que yace abierto hacia arriba

como una estrella que ha perdido su luz.

 

La soledad de esta tarde gris

 lamenta la tristeza del agua quieta.

Me siento como un hombre turbio

dentro de un universo de congojas

con hojas caídas y árboles desnudos

entre delgadas y tensas ramas

que cuelgan histéricas del cielo.

 

El rio ha crecido entre sus miserias

debo huir de él, baja herido de muerte

mientras las nubes vuelven a la carga

mojando la tarde abandonada.