Anestesiando mis sentires
paso los minutos, las horas y los días,
distrayendo mis recuerdos
con vanas ilusiones.
Propósito inaudito, vas a la deriva...
¡No lo consigo!
Esta indiferencia que no me obedece
y el viento que trae consigo tu voz.
Me miento, me engaño
en este afán de aceptar la realidad
y juega a las escondidas en mi pecho
el amor que despertaste en mí.
Aunque mi boca parezca decir una cosa,
mi corazón no puede... no te quiere olvidar.