No puedes amarla, ella es una sirena.
Una sirena de tu sangre.
Bendita como los cielos,
maldita como tu carne.
No puede amarla, ella es una quimera.
Bellísima y monstruosa.
Luz de las velas, aroma en la cera.
Sensual, salvaje y venenosa.
No puedes amarla, sin la cabeza en el cuerpo.
Si la abandonas cuando baila.
Por seguir una destello,
Por embarrar de sangre el acero.
No pienses seguirla.
Si las voces no saben dónde vas.
No pienses traerla
Si los suspiros no se van a emborrachar.
No la ames (amas extraño) sin embargo,
Ya la estas amando.
Pero hay muchos cuerpos,
Se desborda el abismo.
Por eso no la has matado,
Te has perdido a ti mismo.