El Hallazgo Del Cabello
Hoy (una vez más),
mientras lavaba tus camisas,
se enredaba entre mis dedos
otro de sus ya conocidos
cabellos largos y amarillos...
Lo dejé secar y lo guardé
con los otros que ya tengo
escondidos en una caja,
dentro del ropero...
Si supieras lo que hago,
preguntarías en qué pienso,
por qué no te reprocho...
por qué escondo mi dolor
y te sigo queriendo.
Por momentos
la rabia que me azota
explota en insultos y prometo
dejarte (que debería), pero pienso
que la ausencia no sería
sino otra cruda
y terrible forma de tormento.
No es por los niños,
(no te confundas),
que aún acepto
ésta, tu absurda forma de cariño.
Tal vez en mis oraciones
(si las oyeras)
hallarías la razón...
Tengo la esperanza de ganar,
otra vez, tu corazón...
Esta noche (cuando vengas)
estrenaré mi vestido nuevo
y te recibiré con una sonrisa,
te serviré tu comida favorita
y no diré nada
del hallazgo del cabello
en tus camisas...