Fotomontaje de Magali Aguilar Solorza
Rezamos una oración,
por el alma que ha partido
y dejado una profunda herida
en el corazón de los que lo amamos,
al levantar el vuelo lleva con ella
parte de nuestra historia.
Así lo has dispuesto Dios mío, mas no
comprendo tus designios pero
es tu voluntad y respeto a pesar
de que mi corazón este dolido.
Unifica nuestras oraciones y plegarias,
para que hoy, podamos dejar partir
a nuestra sangre; pero di,
como arrancarnos este tormento,
ayúdanos con tu bondad
para no sufrir, danos tranquilidad.
Llena su alma de luz, escucha nuestro clamor
llévala hasta ti y dale paz eterna, perdona
sus pecados, que este en el gozo eterno,
atiende nuestros ruegos, déjale entra a tu reino.
Ahora ten misericordia del sufrimiento
que nos abraza y nos carcome,
acudimos a ti, entréganos la conformidad
para que podamos con tu divino querer,
obtener la paciencia y la fuerza
necesaria.
Glorifica y purifica con tu sangre
preciosísima su alma, compadécete de
nuestras lágrimas mira como sangran,
nos llena de tortura su partida pero no
perderemos la fe, pues tendremos la
esperanza de que estará en tu diestra.
Un consuelo que pueda calmar
la afligida pena de sus Familias,
entrégales tu cariño para que no
sufran y soporten la más angustiosa
prueba que les has dejado.
Ilumina a los que hoy continuamos
en la existencia de la vida, calma
nuestros sentimientos y emociones
con la confianza de que viva ya feliz
en tu compañía.
La existencia nos la prestaste señor,
nuestra vida está contigo y el tiempo
lo dispones, tal cual cada ser lo necesita.
Al amanecer clamaremos tu nombre
en la luz perpetúa de tu esencia,
al morir la tarde imploraremos
que tu alma no se cubra de noche
y brille en la eternidad.
Reconoce su alma, es una criatura tuya
la trajiste al mundo, te pertenece, gracias
por ser parte de ella.
Poderoso creador, mi voz tiembla
y en vida muero, por lo que yo
y mi familia padecemos.
Esto que vivimos, lo cubriremos
con los recuerdos más hermosos
que con él compartimos, no olvidaremos
sus risas, su franqueza, ni su esencia,
la llevaremos anidadas en nuestro corazón
y alma.
Respeto te tenemos, más el dolor
no ciega, compréndenos, perdona
nuestro arrebato de dolor,
danos quietud padre mío.
Él estará por siempre
en nuestra mente, habitara
en nuestra memoria y
vivirá eternamente.
Zambullo mi oración
en tu bondad, clamando por
su espíritu, así como tu
nos lo entregaste, hoy te lo entregamos
a ti, habré las puertas
de tu reino, glorifícale y perdona
sus pecados.
AMÉN
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Viernes/Diciembre/19/2013 20:34:54 pm
Autora mexicana