Acongoja.
Perdida en el laberinto
impotente, desolada,
no llego a mi objetivo,
la salida esta varada.
Mendigando un momento,
ridícula y rebajada
suspiros, tras miles intentos.
Tengo las huellas gastadas.
Soy tenaz en mi empeño,
pero el miedo me avasalla.
Rebusco en mis adentros,
la paciencia, que se atrasa.
A ciegas, viendo todo negro
caen al olvido, tus miradas.
Sigue pasando el tiempo,
el reloj que nunca calla.
Sólo me quedan pensamientos,
mi respiración y mis palabras,
siempre estaré al acecho,
en busca, de mi meta alada.
Predicadora en tierra de caídos,
donde sólo hay muerte... nada.
Quiero expresar a gritos,
lo que todos dicen...¡ Calla!.
Es este susurro interno,
el que en mi agonía habla.
Es el llanto de la niña sufre,
el que me atormenta el alma.