En mi ilógica realidad apareces con tanta dulzura
desbordando sensualidad alborotas mi deseo carnal
bella mujer morena, enciendes una llama
que de ningún modo extinguirás con tu candente
forma de amar.
Llegas en mi sueños quebrantas mi voluntad, te apoderas
de mi deseo nada puedo remediar, preso en tus besos
y a tus deseos rendido me tienes mujer morena
de esta somnolencia no quiero despertar.
Llévame a tu mundo ten compasión de mi , llévame por el sendero
donde tu piel morena y hazme enloquecer, tu cara en mi pecho
mis manos pegadas a tu espalda, mujer morena quédate
no te dejare ir.
Apasionado estoy inmenso es el deseo de tu cuerpo
diosa de la pasión, son tus caricias alimento a mi lujuria,
besar tu cuerpo de la cabeza a los pies, hacerte disfrutar
como tú a mi mujer morena, lento pero intenso
movimiento devastador.
Triste despertar si tú no estás mujer morena dejas en mi
una gran soledad, hay un aroma suave y sensual rasguños en
mi pecho, fue la hechicería de tus manos eterno el
momento de volver a dormir y esperar tu llegada
candente mujer apasionada
Francisco Gonzalez I