No sé con qué propósito has llegado,
después de darme muerte me revives,
cómo saber si estando ya confiado,
nuevamente de la vida me prives.
Si acá en frío olvido me has buscado,
dime; qué hay en mi que en ti motive,
a darle al corazón resucitado,
un poder que en su muerte sobrevive.
Misterio sagrado que en ti se encierra,
pues quiero resistirme y es en vano,
he vuelto de ultratumba a está tierra.
Y aunque muera mil veces en tus manos,
Amor, despiertame para la guerra,
contra todos los sentires profanos.