Recuerdo aquella vez que sin sentido
Partiste mi alma fiel con cruel tortura,
Plagando de tristeza y amargura
A un hombre que sangraba, malherido
Sentía que era un ser enloquecido
Muriendo de dolor, en su locura,
Mirándose en el suelo cual basura
Tratando de drenar tu amor podrido
Mas pude superar aquel percance,
Y el tiempo, quitó espinas del camino,
Sanándome la piel de tus falacias
Dios quiso regalarme otro romance
Y ahora he comprendido mi destino,
Y ya que estás aquí, te doy las gracias…