Toma tú de la rosa
sus pétalos de seda
y deja que la espina
se desangre en sus tallos,
se aprende de lo bueno
igual que de lo malo.
Lo triste de un pasado
no empañará tu encanto,
saltarás cual gacela
sobre vidrios y cardos,
solo Dios ama tanto
y solo él se merece
de mi lira su canto
y del mundo sus mieses.