Todos soñamos con la anhelada libertad
hay prisioneros de guerra, presos de sus pecados
pero créanme no hay nada mas triste que ser esclavos
aquellos quienes predican justicia y verdad
en realidad son esclavos de sus acciones y palabras
atados a sus palabras hirientes, a sus acciones macabras
porque ellos actúan con astucia, llevan una careta
arrojan su veneno y niegan todo armando una treta.
Ellos, carecen de vergüenza, viven cegados
pero asi ellos viven felices, viven confiados
su maldad se extiende de la punta de su lengua al cielo
que facil es mentir y después golpearse el pecho
sonrisa tibia, corazon frío, alma de hielo
total que pase el siguiente, el daño esta hecho
ellos rien, siguen su camino sin titubear
pero esas cadenas nunca se las podran quitar
porque esclavos nacieron y esclavos morirán
arrepientanse, aun hay esperanza, aun pueden cambiar...