Hernandez G

En Tu Playa Desnuda

Deseo con locura el beso eterno, que apague la sed infinita,

En la que lentamente te has convertido.

 

Sentir tu labios acariciando mi torso desnudo,

Cuando mis manos temblorosas esperan,

Palpar la arena caliente de tu piel dorada.

 

Construir castillos, derrumbar murallas,

Que la bruma y el agua salada,

Ayuden a hundirme a lo largo día,

En el atardecer hasta que amanezca,

Sobre tu playa pura y deshabitada.

 

Que nuestros cuerpo hagan olas, golpeando cada vez más,

Intensamente hasta agotarnos, hasta escupirnos lejos de la orilla,

O hundirnos placenteramente en el mar de la tranquilidad.

 

Recorrer tu costa suave, exquisita, mientras un soplido el aire,

Arranca la respiración entrecortada de los riscos, en tu pecho, tus piernas.

 

Me adentre en tu playa, lugar preferido de viaje,

Túnel de salida, puerta de escape en mi encierro.

 

Construiré figuras en la arena, imágenes derivadas,

Del lado salvaje de tu naturaleza, destruidas al subir la marea,

Por la sangre hirviendo, recorriendo los ríos de tu cuerpo.

 

Navegare temerario en las corrientes,

Que me llevan a deambular de un lado a otro,

La silueta femenina dibujada por la luna llena.

 

En caso de que, tú, tormenta, me devores,

Y perdiera el rumbo a mi playa predilecta,

Encontrare refugio en la isla donde has dejado olvidada,

Las caricias ocultas debajo de las sabanas,

Por temor a la indecencia, por esos no´s que no te robaron,

Por dejarlas para otra ocasión, por impedir a tu espíritu libre.

 

Más con lujuria que con avaricia, perseguiré las huellas dejadas,

En el roce de tu tacto con el mío, para encontrar el tesoro,

Que guardas celosamente a los ojos de los demás.

 

Por que tu cuerpo es solo tuyo,

Un océano por navegar, un continente por explorar,

Un mundo entero, un sistema solar,

Pero es tan solo una parte, de tu universo y su inmensidad.

 

Autor. Hernández G.