Al calor de su melodia,
que no reconoce limite,
En un mar de calidas y
muy sinceras lagrimas,
Su alegre corazon, vino
a ofrecer, su calor vino
a demostrar.
Su amor no reconoce
idioma ni fronteras,
que lo distinga.
Su colorida melodia, capaz
de traer una mariposa
en una fria noche.
como un perfume, su dulce
voz, abrazo multiples
colores como un sol tropical,
que viene a ofrecer su corazon,
afinando tambor, que a Buenos
Aires, su corazon le dejo.