El hombre que quiso ser poeta
pide una cerveza frente a la barra
donde fue conocida la poesía
Mirándolo está el servidor de copas
La mujer que atiende los sedientos
detalla sus pesados libros
Ella fuma (todos fuman)
Él repasa las costumbres bohemias
Hemingway, Miller, Cervantes
una embriaguez escrita por Shakespeare
Ella mira sus cuadernos
su cuánto sufre la ocasión perdida
Los sedientos entran y salen
entran y salen inclementes
El hombre que quiso ser poeta
se hunde en los versos de un viejo bohemio
que de pronto inundan la taberna
Uno quisiera hablarle
pero la hipocresía es un juego de asesinos