La tome entre mis brazos
estaba temblorosa,
le sudaban sus manos
tenía un olor a rosa.
El tic-tac de su pecho
sonaba acelerado,
yo lo palpé de cerca
cuando estuve a su lado.
De mi pudo apoyarse
para no desmayar,
sus nervios la dominan
la pude controlar.
Yo le di mucho aliento
dentro de su vivir,
para mí fue reliquia
que ella viniera a mi;
acabó con mis penas
también pude vivir.
Se fueron sus temores
ahora tiembla de amor,
se siente complacida
le di todo mi amor.
En su alma ya no hay pena
tampoco su dolor,
yo le brindé mi abrigo
la llene de calor