Canción de despedida a Gabriel García Márquez
¡Oh el mundo, de mis poetas fallecidos¡
El alma y todos sus aromas existen, aroma a lluvia caída
el recuerdo de ellos se ha olvidado.
¿Y si fueses mi padre?
¿Tal no seria el lamento y desconsuelo?
Yo mientras el rocío deja huellas frescas
en las noches de otoño… Te recuerdo
Denigrada esta la vida, con la muerte lisonjera
y aunque desde mi polvo y el amado terruño te implore
los muertos nada saben
nada oyen,
solo cenizas, al viento esparcidas y suspiros.
Nada puede, ni el inverosímil milagro,
ni el canto de los pájaros,
nada.
Solo el creador tierno, podrá traerte nuevamente a la vida.
Efímeros versos,
desdichados
sin llegar a tu puerto
Paloma mensajera herida sin llegar a tu pecho
Poema chasque que fallece contigo.
Inclino mi rostro y lo oculto
sin esperanza nuevas,
de tu abrazo, del calor de tus viejas manitos
¡Oh mi amado, Gabriel, García, Márquez!
Evoco a ti este memorial póstumo
reverenciándote, añorándote poeta amigo.
Autor: Darío Ernesto Muñoz Sosa