En la madrugada un frio vivido recorre mi sueño,
las desesperansa martilla mi alma cual clavos al hierro,
el aullido de mi esperansa muerde de a poco sin su voz , sin su eco ,
perdida , sin luz , ya sin miedo a morir , mi voz se opaca de repente , dejando al dolor partir , sin los sueños
del mañana , sin el miedo del ayer , sin las ganas de tu alma simplemente volvere.