Nuestras manos entrelazadas,
en una unión perfecta de sentimientos,
momentos eternos de miradas,
se ha detenido el tiempo.
Nuestras bocas se buscan,
es imposible no hacerlo,
labios ávidos de besos,
se funden en un solo deseo.
Después de tantos sueños dormidos,
se ha producido el encuentro,
por fin cumplimos ese anhelo,
tú y yo, frente a frente, cuerpo a cuerpo.
El reloj no marca las horas,
la luna cubre ya nuestra noche,
el viento se lleva el eco de nuestros besos,
mudo testigo de éste glorioso derroche.
El amanecer llega sin sentirlo,
desnudos en la cama seguimos,
destellos de luz nos susurran al oído,
que el sol ya ha salido.
Cantos celestiales se producen al unísono,
producto de éste encuentro furtivo
de dos almas solitarias que en la distancia,
lograron consolidar su tierno amor cautivo.
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03 - 05 - 2014