Estoy sentado
caminando, recorriendo por el mundo
y esperar un rayo de tu luz,
esperar algún sonido,
algún instante infinito,
donde mi ser explote
y grite, cante
que eres tú a quien yo ame.
Envío respuestas a las estrellas
preguntando por ti,
aunque te tenga tan cerca,
que al acercarme a ti
no respondas nada en lo absoluto,
y que el deseo intrigante de mi mundo
sea de ser uno con el tuyo
mientras juntos
damos alegría a suyo y mío
¡Pero no!
Me conformo con un eco vacío
que se alarga en mis entrañas,
suzurra en mi alma,
el dolor de no ser tuyo
y la desesperanza del infortunio...
Escuchar el silencio tus espaldas
y el eco de tu habla
que rebota en mi mente
y se esfuma
como tu beso en mi imaginación...