’’...si a mí me gusta que suenenp`a que los quiero engrasados’’
(DE LA CANCIÓN LOS EJESDE MI CARRETA)
Todos me miran de arriba abajo;
de abajo arriba.
Me advierten.
Hacen comentarios acerca de mi nueva vida,
Todos murmuran y gruñen al verme pasar sin cadenas,
Y en las horas más ocupadas.
Por fin soy importante.
Todos me dicen que mire la prensa,
Que busque en los clasificados,
En el internet y sus lapidarias direcciones,
Que me convierta en sabueso.
Que me mueva.
Aaahhh!
Realmente se sorprenden al verme tan tranquilo,
Al ver que no salgo, que como muy poco,
Que duermo hasta rozar el ocaso,
Y me encierro en los libros.
Que te pasa?
Y de paso, me asustan con sus preocupaciones mezquinas.
Y así,
Al verme en ese estado, tan placido
Todos me dan fórmulas mágicas,
Que mande mi impecable hoja de vida
con mi acabado perfecto,
Que toque puertas,
Que llame a antiguos conocidos,
A empresarios, mis nuevos enemigos,
Ya voy…
Todos me dicen qué hacer,
Que venda mi fuerza de trabajo,
Por mucho o por poco, pero que la venda.
Que venda otro tipo mercancía, que comercie,
Que monte un restaurante, un negocio, cualquier cosa,
Que haga algo.
No quiero.
Todos me aconsejan,
Que vaya, que venga, que no vaya,
Que llame, que no llame, que escriba,
Que espere llamadas, Que conteste el teléfono,
Soy sordo.
Todos me envidian,
Tienen celos de mi cara feliz y mis andares de viento,
Todos quieren que comparta sus grilletes laborales.
No, esclavo más no seré.
Aunque me mojen sus insinuaciones torrenciales,
A las aves al secarse imitare
y continuare libre,
con la poesía
como empleo.
Noviembre, 2013