Te voy a contar los lunares del cuello
con una mano en tu cintura
y la otra sosteniéndote los senos.
Y cuando sientas mis besos
recorriendo tu vientre
sentirás temblando el mundo.
No has de hallar beso igul al mio.
Ningún cuerpo será atrapado por tu cuerpo
como cuando apretabas el mio
entre tus muslos vibrantes.
Me vas a pensar.
De mi te acordarás cada vez que sientas
los nervios colapsando y ese hormigueo
recorra los canales de tu sangre.
Extrañarás mi sangre.
Extrañarás mi sangre hirviendo
junto a la tuya,
igual que cuando fuimos volcanes.
Cuando juntos haciamos erupción.