ANTES de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales:
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.
El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.
No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.
Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre
oh tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.
Yo, incásico del légamo,
toqué la piedra y dije:
Quién
me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.
Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.
(Pablo Neruda un fragmento del Canto General)
La Sole lo decía en la introducción de la obra 500 años
- Negra quiero hablar contigo
- A ver, dime de qué se trata?
- Vamos a montar una obra de teatro en la que se necesitan cuatro mujeres y solo somos tres, puedes ayudarnos?
- ¡Pero yo nunca he hecho teatro!
- - si, pero eres bailarina, y eso ya es experiencia en las tablas
- -pero a mí me da mucha vergüenza, ¡yo nunca he actuado!
- Tú si puedes, además tienes buena memoria y si te puedes aprender el libreto enseguida
- Por qué enseguida
- Porque es para el viernes
- ¡Cómo si estamos domingo?
- Tú si puedes negra.
En dos día me aprendí dicho libreto , en dos días se monto la obra, agregamos bailes y el viernes se presentó, dijeron que estuvo bien mi actuación , pero la verdad yo sabía que me resultaba difícil hablar y caminar en escena. Así me introdujiste en tu mundo teatral, en el que estuvimos hasta el día de tu viaje final (al que yo n o pude acompañarte y cuandoi te llevaron quise irme también).
Hicimos muchas obras, pero la que más trabajo nos costó fue “500 AÑOS” basada en la obra “El canto General” de Pablo Neruda. Me tocó a mí hacer el vestuario, lo mismo que en las obras consecutivas, y eras tan tremenda que me dabas el dinero para comprar las telas y accesorios uno o dos días antes del estreno. Mis reclamos no servían igual tenía que cumplirte y así me tenias cosiendo de sol a sol los trajes, ya sean precolombinos o victorianos, pero era feliz haciéndolos, porque tú confiabas en mí.
Siempre íbamos a las presentaciones con nuestros hijos pequeños y eso nos criticaban los dirigentes del Banco Central, decían que éramos buenos pero lo nuestro perdía seriedad con la presencia de los niños. Pero no, ellos fueron educados en ese ritmo y ellos serían los futuros integrantes de nuestro grupo. Lo cierto es que llevábamos el arte popular a los sectores populares y eso fue una gran labor y una gran enseñanza para los hijos, siempre tú comandándonos y más, cuando quedaste de directora del grupo, se hicieron muchas obras pequeñas, buenas y malas y cada una con maravillosas anécdotas.
Cuando conseguimos los proyectos de PLAN INTERNACIONAL para impartir clases de teatro en escuelas y colegios yo no me sentía con la suficiente preparación y experiencia para hacerlo, pero tú siempre con la frase: “vamos negra tú sabes”, me impulsabas. En todo lo que fue mi vida y mis actividades en general siempre estuvo tu empuje para mi accionar
En lo político, nos unimos junto a nuestros hijos al Pachakutic, movimiento indígena que tuvo gran auge en las caídas de los gobiernos corruptos de Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad.
Así como en otros tiempos con la danza, ahora con el teatro íbamos de barrio en barrio en tiempos de campaña, Cuantas veces planificamos marchas en apoyo o en protesta de algo, eras una gran agitadora y las consignas en tu potente voz se volvían verdaderos gritos combativos.
(Cuando aprendí a hacer pasteles, tú dejaste de hacerlo y para los eventos más importantes como fueron los quince años de Lupita y el matrimonio de Vicente en encargaste que los haga, yo una pastelera improvisada, que no sabía nada de decoración de pastas, tenía que inventármelas para que queden bonitas. Hasta en esos pequeños detalles me alentabas, me impulsabas)…