LA ESPERA
Cuando despierte el alba
saltaré de la cama,
enjugaré mi rostro con el agua más clara,
perfumaré mi cuerpo con azahares y malvas.
Comenzará la espera cuando despierte el alba...
El vestido de flores correrá por mi cuerpo
y las blancas sandalias completarán mi atuendo.
En mi cabello el broche de perlas y de nácar
que me obsequiaste el día cuando tu amor me dabas.
Perfumaré la casa y la vestiré de fiesta,
la llenaré de aromas de dulces y canela
que embriague tus sentidos y a tu boca la envuelvan
con secreto de mieles robado a las abejas.
En la mesa del patio, la que está junto al cedro,
pondré el mantel más blanco
para quien es mi dueño.
Y cuando todo encaje en su lugar y tiempo
y las luces del cielo se tiñan del ocaso,
esperaré en la puerta tu llegada, anhelante
de correr hacia tí y arrullarme en tus brazos.
Azuldemar.