Y tú has venido,
así como si nada
un día cualquiera.
Y tú has llegado,
cuando ya estaba
casi olvidada,
casi perdida,
casi muerta.
Has entrado
así sin esperarlo,
y al llegar a esa puerta,
al acercarme a ella,
me has parado…
Escucho otra vez los sonidos
que ya no recordaba,
escucho otra vez mis latidos.