Eres una gloria, las victorias en todas las peleas que esta vida me propone; eres el eterno firmamento iluminando mis días.
Cuando la lluvia fría me moja siempre estás para abrigarme, entonces todos los veranos arden en nosotros, nena.
Tú sonríes y el universo cae a tus pies, tú lloras y mis estrellas te abrazan para alentarte.
Podrías sacar todo el polvo de este viejo corazón y darle felicidad; podrías darle color a esta vida gris y sabría que sin ti no habría nada…
Sin ti no sabría qué dar, sin ti no querría luchar, sin ti el sol se congelaría…
No podría vivir sin esa mirada que me detiene en el Paraíso, no cabría otro amor como el tuyo en todo mi ser, no podría correr contra el viento sin tus abrazos…
No tendría vida, no tendría color, no habría sol sin ti…
Oh, nena! Sin ti no sabría qué dar, sin ti no habría batallas que pelear, sin ti la luna no se enamoraría del sol.
Sin ti no sabría qué dar, sin ti no desearía luchar, sin ti cada estrella desvanecería en el murmullo del universo.
Sin ti nena, sin ti no habría reinos para conquistar, sin ti lo hermoso sería terrible…
Sin ti no tendría nada que dar, sin ti no habría batallas que pelear, sin ti; sin ti nena.
Sin ti no tendría…