Blanca compañera de mis noches de desvelo,
Te quedas tú allí en el firmamento observando,
Contemplando con dulzura las miradas
De aquellos corazones que buscan en ti una respuesta codiciada.
Te veo desde este lugar tan fundido en mi nostalgia,
Observo la manera en que cruzas este cielo,
Con tu misión diaria impregnada a tu alma,
Con tu razón de ser al darle aliento a los románticos del tiempo,
Aquellos que cada anochecer te dan de obsequio a sus amadas doncellas
Aquellos que cada vez deliran al verte sonreír junto a las estrellas.