Era la primera vez que tenía tu presencia, para mí.
Albergándola en lo más infinito de tus ojos,
La contemplaba y pensaba: “tan tuya, pero... tan poco mía”
Tu respiración llenaba mi ser, tiempo a tiempo,
Perdiendo en cada espacio temporal,
La concentración. Invadiéndome la locura.
De saber que estabas sintiendo, mientras leías.