No quiero transitar solo el camino
Que culmina en la gloria.
Acompáñame, niña, hasta mi sino
Para gustar la euforia
Que a mi dolido cuerpo vestirá
Con luz de vencedor.
Y tu vida feliz celebrará
Que no soy perdedor.
Y en mi frente colocarás laurel
Y tu suave cabello
Lucirá una diadema de clavel
Y diamante tu cuello.