Ahí está mi camino manso y estío,
me he sentado silbando junto a mi litera
mandrágoras estridentes, ni la soledad me espera,
verano ven ya!..a mi cielo sombrío.
¡Ay hermano, no llores si mis versos sangran!
no digas:<<que mis versos son espinas carmesí>>
éste dolor que respira no te alcanza a ti!
surcos de penas, estos versos me labran.
¡Ay hermano, no llores si me vez cavilando
en el yunque de mi nostalgia, una nota musical
son aperos de mi soledad, numen de mi altar
............desde ahí, la sigo amando.
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John Morales Arriola.