Anoche me convertí en diablo
y a si pude poseerte, con pasión,
di besos hasata en tu corazón
tu boca en silencio se quedo.
Mis uñas tu piel arañaban
tus ganas y tus caprichos
nos entregamos como bichos
las estrellas, nos miraban.
Grite tu nombre mil veces
más nadie nos escuchaba
mientras tu boca decía
lo mucho que tú me amabas.
Entre gozos...volé, volé, y volé
sobre tus alas prendido
con mis besos te hice un nido
y en tus pechos me enredé.
Autor Joaquín Méndez
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sábado, 03 de mayo de 2014