Sentado sobre la cama
Alza los ojos al cielo y eleva sus plegarias
Su corazón vacío, triste y solo
Necesita la chispa, el impulso ausente
La energía que encienda, que avive
A su espíritu inerte
Su cuerpo hace tiempo yace
Vacío, sin abrigo, inerme
Dejando pasar los días sin que nada pase
Solo observa la vida desvanecerse ante sus ojos
El amor ausente le carcome el deseo
Mina su fe, le roba el sosiego
Espera su milagro para salir del barro.
Un día cualquiera y sin desearlo
Se levantó mas por reflejo que por ganas
Ese día, cambió de un tajo su vida
Sus oraciones nocturnas fueron escuchadas
Y un ángel, el más hermoso,
Apareció de la nada
Y a la tristeza, que en su corazón moraba
Erradicó blandiendo su espada
Su espada de amor, de pasión,
De locura desenfrenada
Y alivió su sufrir
Y ha llevado alegría a su alma
Devolviendo la fe, la esperanza perdida
Y dando sosiego a su alma herida